El proyecto propone que todas las entidades financieras desmonten los cobros transaccionales y servicios financieros (uso de tarjeta de débito, uso de cajeros automáticos, cuotas de manejo, giros, transferencias, consignaciones nacionales, entre otros) en las cuentas de ahorros para empleados formales cuyos ingresos sean inferiores o iguales a dos salarios mínimos legales vigentes. El desmonte de los costos transaccionales se llevaría a cabo en una sola cuenta de ahorros por usuario, sin importar que este tenga diferentes cuentas de este tipo. El usuario al que se le vaya a otorgar este beneficio, deberá demostrar que posee un empleo formal y que su remuneración mensual no excede dos salarios mínimos.
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